Brindo por ustedes.






Hace un año por estas fechas publiqué la primera entrada del blog. Me dio por secuestrar dos poemas, a dos poetas de verdad, para que hicieran de padrinos, uno de José Asunción Silva, A un pesimista, otro de Felipe Benitez Reyes, Una perspectiva. Mi idea era ésa, captar la derrota que sabe a victoria y duele más, el fracaso de regresar a casa mojado y sin nada en los bolsillos, ese momento en que tu mundo se hunde y los amantes escapan, y no nos queda otra que encender un cigarro y leer una poesía que nos acaricie y no huya de nuestra casa en mitad de la noche, en fin, la perspectiva de ese pesimista que siempre he sido. Porque cuando las cosas van bien no hay Relámpagos. Ganar al póquer, ser fiel y puntual, no pasarse de la raya, contestar con sinceridad a las preguntas del comisario, eso, eso no es poesía, eso es una mierda. 
Y así empezó este blog, que a veces no me tiene muy contento pero sí orgulloso, porque por aquí pasaron amores fugaces, amistades septembrinas, infancias olvidadas. Paseamos con frío por las calles del invierno, tuvimos unas décimas de fiebre que fueron a más cuando vimos a la poesía en Lencería fina. Menos una semana de abandono, casi siempre el amanecer nos descubrió borrachos. Fuimos al cine, incluso a partidos de fútbol, disfrutamos, reímos. Nos cagamos en la madre que parió a los ladrones, a los corruptos y a otras bestias, llamamos hijo de perra a un premio Nobel de la Paz que sigue vendiéndole armas a los asesinos, y lloramos entre los escombros de Gaza. Un día tomamos té en una cafetería de cristaleras enormes, viendo gente pasar, ¿recordás? El puente por el que me quise tirar Y de repente no me maté, la Postal madrileña, el cumpleaños feliz escrito por mi alter ego, si hasta una vez estuvimos en México. Sabina, Bunbury, Gil de Biedma, Verde en el pantalón. Cioran, Vallejo, Norma Jeane, Carmín en el vaso. 

Y después de todo esto, de un año en el que he disfrutado muchísimo escribiendo Relámpagos, de más visitas de las que esperaba, de este balance que me ha sorprendido, es hora de dar las gracias. 

A Irene, por la paciencia, las correcciones, los años, por quererme a pesar de todo, por prestarme sus pies. A Karima, por sus excelentes comentarios, mis entradas están vacías hasta que tú no las comentas, por enseñarme tantas cosas, por enseñarnos, estás haciendo que me lo crea. A mi abuelo, por amenizar mis comidas con historias de su juventud, algún día convertiré esos pueblos abandonados en literatura, lo prometo. A los meteorólogos, que buscando cosas de su trabajo en internet se quedaron aquí a leer, y descubrieron otro tipo de Relámpagos. A las mantenidas de mis ex novias, que entran al blog para certificar mi estado de defunción, siento volver a defraudarlas señoritas. A Marcos Cifo, por sus fotos, sigue viendo series punteras antes que yo, perro. A Darío Vallejo y su sida, a Quevedo y su culo. A Remedios La Bella, por no casarse con un cualquiera. A los editores que les encanta Relámpagos pero no se atreven, a los otros que dicen de separar la prosa y el verso (estáis apañados), seguid expendiendo superfluidad, yo no me voy a vender tan fácilmente. Ya acabo. A todos los que pasasteis por aquí, buscando poesía o por casualidad, espero no haber decepcionado en demasía. Traeré más versos, más historias, más derrota. Halagado, brindo por ustedes. 





     Marcos H. Herrero.

Comentarios

  1. El resplandor que dejaron tus primeros relámpagos en el ciberespacio me enseñó el camino hacia tu casa y desde entonces sigo en la misma silla, cautivada por la belleza de tus descargas de sensatez, rebeldía, indignación, amor, desamor, solidaridad, grandeza humana y poesía. Relámpagos que son Perseidas en el cielo de la blogosfera. ¡Hay tantos mediocres con ínfulas de escritor por ahí!
    Créetelo Marcos, porque lo eres. Un gigante que pronto publicará su primer libro. Y debo darte las gracias por los excepcionales momentos de lectura que me has regalado este año, por volver cuando te habías ido (recuerdo perfectamente la alegría que me diste el día en que mi lector de entradas se disparaba porque habías decidido reactivar tu blog), por escribir desde la buena cultura literaria y cinematográfica que atesoras, por prometernos muchas más joyas en este segundo año del blog y sobre todo, porque en tu casa siempre me he sentido como en la mía y eso es impagable.
    Un abrazo muy fuerte.

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    1. Ni siquiera sé ya como agradecer tus palabras. Eres un gran aliento para mí. Tan sólo pido seguir aprendiendo a tu lado. Nos queda mucho camino. Eternamente agradecido Karima. Un abrazo muy fuerte.

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  2. me sorprendes con escritos como este

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