Si tú no fueras tan yo. XXX.
- Vuelve a pulsar la alarma, quizás alguien se entere que estamos aquí y pueda ayudarnos. - ¿No has oído a la señora? Ahora vendrá un técnico a sacarnos de aquí. - Pero tardará como mínimo una hora. Saca el teléfono y llama a emergencias. - No tengo cobertura, tranquilízate. - Soy bastante claustrofóbico. - Qué vas a ser si vives dentro de un espejo. Cínico es lo que eres. - ¡Ya estamos! Venga sácate un cigarrito al menos, que el humo relaja. - No tengo fuego. - Yo sí. Tú pones el tabaco y yo la llama. - Eres un gorrón, no sé ni para qué te hago caso. - Ya es mala suerte un día como hoy y quedarte atrapado conmigo en un ascensor eh. - Pues sí, eres la última persona con la que me gustaría estar encerrado en un sitio como este. - Ahora me dirás que te caigo mal. - A veces sí, tienes mucho de rarito, cosas que ni yo entiendo. Llevo todo el día evitando mirar espejos por miedo a que aparecieras detrás del azogue, y te