Reflexiones por el acicalamiento de Relámpagos.




A veces, nos imponemos cadenas innecesarias. A veces, esas cadenas sostienen hipotecas y neveras medio llenas. Hace tiempo mi reflejo volvió a estamparse con el graffiti que corona esta entrada, pensé: "Mis sueños están cancelados por arrastrar grilletes forzosos." Aún así escribí unas palabras rimadas, hoy ya no llego ni a eso y Relámpagos, al igual que mi vida, se ha convertido en un viejito al que nadie visita, que recuerda tiempos mejores con nostalgia perjudicial, que mira por la ventana cómo el verano se despide haciendo un gesto fugaz al espejo retrovisor.
A veces me pregunto el porqué de tanto fracaso, veo escritorzuelos mediocres que publican basura en redes sociales y me pregunto, "¿Seré yo uno de esos seres?". Sin duda la respuesta hoy es afirmativa, he defraudado a muchos, también a la Literatura. Vivo en un callejón sin salida ornamentado con una rutina berroqueña, incluso me ha llevado dos días escribir estas palabras. Por más que busco no encuentro la llave que abra el candado de mis cadenas. El destino tiene las cartas marcadas.
A veces, imagino una novela. Si alguien hurgara en mis papeles o mi ordenador encontraría retazos del libro que tengo en la cabeza, el que me persigue susurrándome al oído que lo mande todo a la mierda y me consagre a él. Recién comenzado el verano llegué a un acuerdo con la Literatura, yo le dedicaría más tiempo y ella no pondría mucho impedimento en que mi tinta corriera por sus muslos. El estío ya termina y mi proyecto parece un monstruo al que le falta un ojo, dos dientes, una mano, y cojea.
Escribir con la esperanza de que unos ojos se conmuevan con tus palabras, remover conciencias, cambiar vidas, defender al desvalido, a los animales, disparar contra esta sociedad capitalista, consumista, selfieliana, avara y estética, reina de la falsa felicidad. Hasta que esa misma sociedad que intentas cambiar te devora por completo, convirtiéndote en aprendiz de rudo marinero luchando, arpón mellado en mano, contra un kraken con tentáculos que asfixian: Trabajo, repetición, mundanidad.
Hay una frase en este mismo blog, no recuerdo en qué recoveco, que dice: "Cuántas veces mi mano apareció entre la húmeda tierra del cementerio." O algo así. Manida retórica del escritor que no se rinde. Quizá algunas vidas consistan en eso, mantener cierta poética mientras navegas a la deriva agarrado a una tabla mohosa. Insistir con elegante mediocridad hasta que la suerte baje la tarifa por unos minutos de sexo sucio con ella.
Es complejo escribir en una época donde las personas se expresan antes con un emoticono que con un verso. Preferible un meme que un párrafo desbordante de buena sintaxis. Antes la risa que el pensamiento. Abrir Facebook se ha vuelto más interesante y menos pesado que abrir un buen libro. Parece que nuestras manos no quieren cambiar el móvil por unas hojas con poemas. Por prisa, por incultura, por anquilosamiento de los escritores o tal vez porque en las redes parece estar todo. Pero no. Y lo dice alguien que publicita un blog. Lo que sí es cierto es que mover el dedo por una pantalla buscando la foto del vecino es una auténtica pérdida de tiempo.
¡Cómo mejorar lo que ya está escrito! Antes de fabricar esta diatriba leía el libro de Felipe Benítez Reyes, El azar y viceversa, y pensaba: "Es imposible escribir un libro tan bueno." Siempre me pregunto lo mismo cada vez que miro la biblioteca de mi casa, ¿qué escribir que no hayan escrito estos gigantes? Me siento frente al ordenador y tecleo una historia genuina y única, consciente de la imposibilidad del proyecto. Cuando me atasco en una palabra miro hacia atrás y agarro un libro de Antonio Muñoz Molina, él siempre sabe sacarme de los callejones sin salida donde me meto.
Hablando de callejones sin salida, y para terminar por el principio, algunas cadenas no precisan de una llave minúscula que gire en un candado y desenrede eslabones, sino de un golpe iracundo que las rompa. Va siendo hora de plantarle cara al Kraken y al jefe hijo de puta, a la rutina de lunes legañosos y al destino mundano. Y para eso hay que escribir, aunque nadie se acerque por Relámpagos, aunque los poetastros ganen la partida, aunque la eternidad nunca sepa que existimos. Hay que pensar y abrir libros y ventanas.

Por todo esto Relámpagos es ahora más negro. Bienvenidos.

Marcos H. Herrero.

Comentarios

  1. Me encanta el nuevo diseño de tu blog y comparto muchas de tus reflexiones, pero yo cambiaría “cancelled” por “keep going”, porque las palabras crean realidades y acaban teniendo un poder inmenso.
    Ciertamente uno revisa las cartas de navegación y ajusta las velas, pero solamente para capear el temporal y seguir navegando en un inhóspito mar revuelto. Como aquel “Stop” convertido en “Start” en la preciosa entrada que me dedicaste en su día. Así que ya sabes, “todavía no es la hora” de cancelar. Solo de virar el timón. :)
    Un fuerte abrazo Marcos y una caricia especial a Sabina, que cumple años.
    PD: Y mañana nuestro Atleti estrena campo. ¡Qué emoción!

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    1. Sí, aquí estoy viendo el partido, promete el nuevo estadio, aunque se echa de menos el paseo de los melancólicos. Habrá que hacer una escapada al Metropolitano. Sabi y yo te damos las gracias, espero que esta nueva estética traiga buenos versos. Un fuerte abrazo.

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  2. ¡Ayyy! ¡Qué ilu! ¡Una encuesta, como en las revistas para adolescentes! Está muy chulo, voy a contestar. A ver, a ver, que si me gusta, que si no me gusta, que si entro , que si no entro.... Pues no se ajusta ninguna respuesta a mi opinión. Como soy muy osado, voy a plantear yo una respuesta: lo utilizo cuando tengo estreñimiento por que me hace cag... ¡Garfio! ¡ No seas vulgar! ¡Este es un blog de poesía!, no hieras los sentimientos de Campanilla y Wendy, ¡tan sensibles ellas! Perdón, perdón, voy a decirlo de una manera más acorde con la sensibilidad de ambas: lo utilizo para aliviar mi estitiquez, hace que mis heces fluyan sutilmente y me siento tan etéreo como ellas. ¡Cuánto bien trae a este mundo! ¡Cuán necesario es! Sirve para que Campanilla exprese su lado más poético navegando por un inhóspito mar revuelto, para llenar las horas solitarias e improductivas de las mañanas de Wendy, que te lee en lugar de hacer cosas de wendys como barrer la caspa en este blog. Sirve para que la mediocridad "adquiera" la categoría de poesía (con minúscula). Este blog es Neverland. y lo corrobora la encuestita, tu-tu, tu-tu, ¿ a qué huelen las nubes? Bienvenidos al mundo de la piruleta.
    Hasta la próxima.
    Capitán James Garfio.

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    1. http://marcoshherrero.blogspot.com.es/2017/10/querido-mr-jeiter.html?m=1

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