Querido Mr Jeiter.

En los años que lleva respirando este bendito blog habrá tenido cuatro o cinco enemigos, eso que ahora llaman Jeiters. Mis palabras corren muy poquito así que esos números se me hacen demasiado. No entiendo muy bien cómo alguien bajo el amparo de un anónimo puede escribir comentarios groseros en un blog que nadie lee. O bien esa persona disfruta de una ociosidad desmedida, o bien yo le he ofendido en algún tramo de la vida (no voy a entrar en tema de envidias y demás bajezas humanas). Diré que ambos casos me inquietan, será este el tiempo que nos ha tocado vivir, por eso he creado esta entrada como respuesta a todos mis Jeiters, aquí pueden volcar sus vómitos radioactivos y malolientes hacia mí, les haré el mismo caso que le hago a los diez mandamientos de nuestro señor. 

El primer enemigo de Relámpagos escribía anónimos diciendo lo mala que es mi letra. El segundo lo mismo, el tercero lo mismo, siempre bajo la protección del anonimato, así de valientes son ellos, o ellas. Hasta hubo uno que me animó a limpiar mi alma antes de dormir. El último escribe para decir que usa Relámpagos como supositorio, y yo que pensé que no llegaría a nada y ahí me tienen, he convertido mi letra en el laxante de los coprófagos. También dice el valiente no sé qué de una encuesta que tiene el blog, pues claro, qué se ha pensado, Relámpagos es purpurina, Super Pop y Cheetos Pandilla. Todo junto, y unicornios ya de paso. Lo que no pillo es lo de Campanilla, me suena a mamada, con perdón, pero seguro que usted se refiere a otra cosa. 

Querido Mr Jeiter; Critique, critique cuanto pueda, pero hágalo en el lugar adecuado y de la forma correcta, me explico. Dentro de un tiempito publicaré un libro, extenso, envenenado, difuso, cuando usted lo compre, o lo descargue, o lo robe, y en su ociosidad logre leerlo, (que sí, ponga algo de su parte, entretendrá esas mañanas vacías, además a usted le sobra el dinero) tendrá el derecho, incluso la obligación, de hablarme de sus deposiciones diarias, de escupirme a la cara mientras yo digo: ¡Oh sí, dame más! Hasta entonces no se humille poniéndose una máscara para comentar las entradas de un blog chiquito y gratuito, sólo conseguirá subir el número de visitas, cosa que agradezco, aunque al menos podría quitarse el disfraz para llevar a cabo tan ardua tarea. 

Me congratula tener enemigos, significa que estoy haciendo bien las cosas, sin embargo, pido a mis Jeiters un poquito de esfuerzo, que sean de más calado, con miras más altas, más inteligentes, menos rastreros, al fin y al cabo uno mide lo que miden sus enemigos, y si los míos son tan simples, será que yo soy como ellos. Por eso exijo un mayor ahínco, entre todos podemos sacar esto adelante. Mientras yo escribo poesía y literatura con minúscula, ustedes pueden ensayar sus insultos en las redes sociales de Beyoncé o Justin Bieber, que para eso están, y no en mi blog. Pronto estaré expuesto a sus grandilocuencias, se lo prometo, hasta entonces largo de aquí, patada en culo sucio y gracias por su visita. 

Marcos H. Herrero.